Cumbre del G-8

La cumbre que reune a los 8 países mas industrializados ( Alemania, EEUU, Francia, Reino Unido, Canadá, Italia, Rusia y Japón) del planeta se reunió entre el 6 al 8 de junio en la ciudad Alemán de Heilidengamn. En el la que se intentaron llegar a numerosos acuerdos como los mencionados a continuación.

- Acuerdo sobre el clima

Los líderes del G8 llegaron a un acuerdo sobre la necesidad de realizar recortes "sustanciales" en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, el acuerdo no alcanza a cumplir las expectativas europeas de reducir a la mitad todo tipo de emisión de gases de efecto invernadero para el 2050, y de esta manera limitar el calentamiento de la Tierra a dos grados centígrados hasta esa misma fecha.

Al anunciar el pacto, la canciller Angela Merkel dijo que se recoge "explícitamente" el objetivo de reducir en 50% las emisiones hasta el año 2050. No obstante, Merkel reconoció que el acuerdo fue posible gracias a la formulación "toman seriamente en consideración", lo cual no implica la promesa de ajustarse a esos objetivos numéricos.

Alemania se topó con la negativa de Washington a establecer los objetivos de reducción del CO2. Además, para Alemania "todo lo que se consiga en esta materia debe conducir finalmente a Naciones Unidas".

El plan de Bush era realizar reuniones entre los países que contribuyen más a la emisión de gases de efecto invernadero, no sólo industrializados, sino en desarrollo como China e India, para reducir las emisiones más allá de 2012. Pero consideró demasiado pronto fijar objetivos numéricos en la cumbre del G8.

EEUU aclaró que el documento tiene carácter orientativo, ya que lo que hace el acuerdo “es escoger una meta", un tope a largo plazo a la expulsión de dióxido de carbono, sin definir cuál debe ser, porque "no todos los países clave" están sentados a la mesa.

EEUU sí aceptó que esas conversaciones, que iniciará en el tercer trimestre del año con los otros 14 países, se integren en el proceso de la ONU, que a finales de año comenzará las negociaciones para establecer un pacto que suceda al Protocolo de Kyoto, que vence en 2012.

- Acuerdo por África

Los líderes acordaron destinar 60.000 millones de dólares para combatir el sida, la malaria y la tuberculosis, enfermedades que azotan a los pueblos y economías de África, pero el calendario es poco concreto.

Estados Unidos se comprometió a donar la mitad de esos fondos, y la suma restante de 30.000 millones de dólares será aportada por los demás miembros del G8.

Pero los grupos que hacen campañas a favor de África afirman que este compromiso consiste en su mayor parte en dinero que ya se ha anunciado (incluyendo los 30.000 millones de EEUU), y que se queda lejos de los objetivos de la ONU de extender los tratamientos para combatir el sida.

- Kosovo, sin acuerdos

Donde no hubo compromiso es en la cuestión de Kosovo, la provincia serbia de mayoría albanesa que quiere independizarse.

Rusia se opone a los esfuerzos occidentales de adoptar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que abriría el camino a la independencia. En la cumbre se resistió al plan de Francia de retrasar esa votación seis meses para tener más tiempo y alcanzar un acuerdo a cambio de admitir la "perspectiva inevitable de la independencia de Kosovo."

- Manifestaciones antiglobalización

Desde que opositores a la globalización causaron desórdenes en la reunión de la OMC en Seattle en 1999, los manifestantes han estado tratando de interrumpir las reuniones del G8, convirtiéndose en piezas estables de estos encuentros.

Desde el comienzo de la cumbre, grupos antiglobalización intentaron acercarse al hotel donde se reunirían los miembros del G8. El miércoles cerca de 10.000 activistas, algunos de ellos ataviados con pelucas y narices de payasos, realizaron manifestaciones en diversas zonas alrededor del balneario de Heiligendam, y fueron expulsados por la policía con chorros de agua y gases lacrimógenos. Ocho agentes quedaron heridos y más de 100 personas quedaron arrestadas.

Las manifestaciones se sucedieron, la policía embistió dos embarcaciones inflables que violaron una zona de seguridad alrededor del centro turístico del mar Báltico.

El objetivo de Greenpeace es enviar un mensaje al para que el G8 se comprometiera a objetivos cuantificables para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.

El viernes los manifestantes consideraron un triunfo cuando lograron interrumpir el acceso de los funcionarios de las naciones del G8, quienes tuvieron que llegar al lugar en helicóptero o por vía marítima. Cerca de 30.000 manifestantes acudieron al área cercana a Heiligendamm.

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