El Gobierno ha acordado cambiar el impuesto de matriculación, mediante una enmienda a la Ley de Calidad del Aire, de forma que la cuantía de dicho impuesto ya no venga relacionada con la cilindrada de los vehículos sino con las emisiones de CO2.
Las posibilidades de aplicación de esta medida que están siendo estudiadas por el Gobierno son tres. La primera de ellas propone un impuesto lineal con las emisiones de CO2, de forma que la cuantía del impuesto varíe proporcionalmente a las emisiones de dióxido de carbono.
La segunda opción, casi descartada, consiste en crear cinco tramos en función de las emisiones; y la última alternativa plantea que los vehículos que emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro queden exentos del impuesto; los que emiten entre 120 y 150 gramos de CO2 por kilómetro pagarían un 12%; y, por último, los que emiten más de 150 gramos de CO2 pagarían entre el 14,5% y el 17%, frente al 12% actual.
Los números presentados por el Gobierno son aproximados de forma que en la enmienda a la Ley de Calidad del Aire sólo constará que los coches más ecológicos estarán “exentos del impuesto” y que el resto se gravará en función de las emisiones de CO2.
Se prevé que esta reforma, que entrará en vigor este mismo año, rebaje en unos 1.800 euros los coches más ecológicos y encarezca los más contaminantes en unos 1.200 euros
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