La canícula que barre el sureste de Europa, con temperaturas por encima de los cuarenta grados ha causado ya más de cuarenta muertos, la mayoría (29 víctimas) en Rumania. El calor, excepcional para el comienzo del verano, ha causado al menos seis muertos en Grecia, tres en Italia y Albania, dos en Croacia y uno en Turquía y Bosnia respectivamente.
En Rumania, afectada desde hace más de una semana, ocho departamentos de la capital, Bucarest, han sido puestos en alerta. La ciudad es una "plancha ardiento", anunció ayer un canal de televisión local, citando temperaturas por encima de los 45 grados.
En Bulgaria, si bien no se han contabilizado víctimas mortales, los desvanecimientos se han multiplicado por todo el país. Las temperaturas de 43 grados han batido un récord que duraba un siglo.
En Grecia, donde el calor ha matado al menos a seis personas, se la vida cotidiana se ha ralentizado. Ayer se vivió la jornada más calurosa de 2007, con los servicios públicos cerrados con temperaturas rondando los 44 grados. En Italia, la ola de calor ha matado ya a tres personas mayores en Bolzano (al norte) y en Calabría y Sicilia (al sur).
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