Se ha presentado ante los medios de comunicación la primera estación científica que usará energías renovables y no emitirá CO2. Se la ha bautizado como estación 'Princesa Elisabeth', y será instalada en la Antártida en unos meses. Al acto acudieron científicos, autoridades y el príncipe Felipe de Bélgica.
La estación está diseñada para soportar las temperaturas extremas de la Antártida, así como las fuertes rachas de viento. Según el explorador polar belga Alain Hubert, uno de los responsables del proyecto, el recinto podría ser ubicado en cualquier lugar de la superficie terrestre, por muy hostil que fuera el entorno.
Para su presentación la base ha sido instalada en un enorme pabellón de Bruselas, donde el público podrá visitarla hasta el próximo domingo. Después será desmantelada y transportada hasta el polo en 80 contenedores. Se instalará en Nunatak Utsteinen, a 71 grados de latitud Sur y 23 grados de longitud Este, durante enero y febrero del próximo año. No obstante, aún pasará otro año hasta que esté plenamente operativa.
Según Johan Berte, coordinador del proyecto, la 'Princesa Elisabeth' es la primera estación polar que emplea energías renovables como sistema básico, y no sólo complementario de otros. El sol y el viento aportarán cerca del 95% de la energía del complejo. Además, se utilizará un mecanismo pasivo de calefacción y cogeneración que reciclará el calor generado. Obviamente, la estación cuenta con un buen aislante térmico en las paredes. La temperatura en el interior será de 18 a 20 grados.
El agua procederá de la nieve del entorno, que será recogida y fundida. Una vez usada se reciclará mediante un biorreactor (que descompondrá los residuos) y un sistema de filtros y de tratamiento.
En principio, está previsto que la base sólo esté habitada durante el verano austral (de noviembre a marzo), si bien los sistemas de estudio que incluye podrán permanecer operativos todo el año. Albergará a no más de 20 personas.
La mayor parte de los proyectos que se desarrollen en la estación estarán relacionados con el cambio climático, pues la presencia de burbujas de aire y partículas de polvo encerradas en el hielo desde hace millones de años constituye uno de los mejores archivos climáticos existentes.
Esta es la primera estación que construye Bélgica desde hace 40 años. Ha requerido una inversión de 12 millones de euros, procedentes casi exclusivamente de la iniciativa privada.
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1 comentario:
francamente, leo esto, que es algo real en el sentido de que se pensó, se proyectó y se hizo, y realmente no puedo creer que: 1) cómo es posible (vamos, dinero hay en el mundo, y mucho)que no se siga y se multiplique este ejemplo, incluso haciendolo rentable, como respuesta para salir del infierno anunciado del efecto del dioxido de carbono ; y 2) cómo es posible que esta noticia no haya salido en las portadas de todos los medios del mundo? al menos en el mio -argentina- no aparecio, y llegue a este blog por casualidad
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