martes, 2 de octubre de 2007

Portugal inicia la construcción de un sistema para obtener energía de las olas

A los surfistas portugueses al tanto de las predicciones meteorológicas se les unirán próximamente numerosos ingenieros y hombres de negocios, pero el clima que éstos últimos buscan es totalmente opuesto al que desean los deportistas. Los encargados del más novedoso proyecto de energía renovable del momento necesitan que el mar se encuentre completamente en calma.

Portugal se prepara para inaugurar el primer parque comercial de energía maremotriz del mundo, y aunque el formidable surf de sus costas proporcionará una excelente fuente de electricidad, los ingenieros necesitan una ventana climatológica conveniente para colocar su maquinaria en el mar.

Las máquinas Pelamis, término latino que designa a las serpientes marinas, y diseñadas por una empresa escocesa líder mundial en uno de los campos de energía renovable más novedoso, están compuestas por una serie de cilindros rojos, cada uno de ellos del tamaño de un pequeño tren regional, y conectados entre sí, que apuntan en dirección a las olas.

Las olas viajan por el interior de los tubos, produciendo que éstos asciendan y desciendan, y un sistema hidráulico aprovecha este movimiento para generar energía. Las tres serpientes marinas serán remolcadas en breve a un punto a cinco kilómetros de la costa del norte de Portugal en Agucadoura, desde donde la electricidad producida será bombeada a la red nacional.
Diseño escocés

Pero esta operación de alta tecnología no está exenta de problemas. La fecha límite para la inauguración del parque de oleaje debía haber sido mañana, pero una combinación de mal clima, mala suerte y los riesgos que entraña el desarrollo de una tecnología nueva han causado que las máquinas se encuentren todavía en tierra firme, a la espera de la siguiente oportunidad de mar en calma para ser colocadas en su lugar.

Las máquinas han sido diseñadas y construidas en Escocia por la empresa Pelamis Wave Power (PWP), pero hizo falta la intervención de los portugueses para que el proyecto adquiriese un verdadero ímpetu. La empresa de energía renovable Enersis encargó el parque de oleaje, admitiendo que inicialmente no sería rentable, y el Gobierno portugués ha establecido ya ciertas tarifas para la futura energía procedente de las olas, algo que asegura que la rentabilidad no sea el aspecto clave. "Lo que estamos montando es el primer parque de energía maremotriz del mundo", explica Antonio Sa da Costa, de Enersis, "y esto no está exento de riesgos. Pero Portugal es el lugar ideal para llevar a cabo la prueba: poseemos una costa alargada, en comparación al tamaño de la población y los recursos, y con el apoyo del Gobierno, los promotores se han decidido a invertir".

Enersis ha planeado expandir el parque de Agucadoura hasta 30 máquinas el próximo año, pero los contratiempos les han forzado a replantearse sus objetivos. Si el progreso en producción, desarrollo e instalación se adecúa a sus ambiciosos planes, Enersis podría contar con cientos de máquinas flotando a lo largo de la costa, lo que produciría unos 500MW de electricidad. Con esto, se podría proveer de electricidad a 350.000 hogares y el proyecto resultaría entonces rentable.

Max Carcas, director de desarrollo empresarial de PWP, explica que la compañía espera mejorar la eficacia una vez que el sistema empiece a funcionar: "Normalmente, los costes se reducen en un 15% cada vez que se dobla la capacidad instalada".

http://www.elmundo.es

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