Quedan pocas horas para que el presidente Nicolas Sarkozy haga público su plan de choque para convertir a Francia en un referente mundial de ecología activa. Las propuestas saldrán de esta gran mesa redonda que reúne a representantes del Gobierno, organizaciones ambientalistas y científicos. Sus recomendaciones serán estudiadas y presentadas en 2008 al Parlamento.
Primera medida: la eco-pastilla. Lo explicaba el maestro de ceremonias de la reunión, el súper-ministro del Medioambiente Jean Louis Borloo: "Los coches que consuman más pagarán una tasa que servirá para compensar la reducción de los que contaminen menos".
Los vehículos nuevos que emitan más de 140 gramos de CO2 por km pagarán una ecotasa anual. Los que no lleguen a 120 gramos obtendrán una compensación. Los camiones que no circulen por autopista pagarán igualmente una tasa y se dará prioridad al tráfico de mercancias por tren.
El segundo gran paquete de medidas afecta a la vivienda, el gran agujero negro de consumo energético y polución a nivel mundial. De aquí a 2012, se tratará de dividir por 5 el consumo de Kilovatios por metro cuadrado/hora. Y Borloó practica con el ejemplo. Los primeros cambios se harán en edificios públicos, para no seguir tirando dinero por la ventana.
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